22 de juny 2010

ANTISEMITISME

Setmanari Israelià AURORA

Franco entregó a los nazis listas de judíos de España.
Cuando la entonces Primera Ministra Golda Meir agradeció al dictador español Francisco Franco su "actitud humanitaria" y por la protección de los judíos en su país durante el Holocausto, no tenía la más mínima idea de que el régimen del dictador había ordenado la confección de una lista de miles de judíos que vivían en España para ser enviados a los campos de concentración de la Alemania nazi.

Siguiendo la investigación del periodista judío Israel Jacobo Garzón, publicada en la revista Raíces, el diario El País publicó una indagatoria sobre la lista de seis mil judíos, españoles y extranjeros residentes en España, que presumiblemente fue entregada a Heinrich Himmler, el arquitecto de la "solución final".

La fecha de elaboración del archivo es reveladora. La lista fue enviada a Himmler, el jefe de las SS, justo cuando ambos países discutían la posibilidad de la incorporación de España al Eje, conformado entonces por la Alemania nazi, Italia y Japón. Según se desprende de la investigación, las listas constituirían probablemente algo así como un aporte del régimen de Franco a la "solución final", para el caso en que la alianza se sellara.

El 5 de mayo de 1941, el último día de permanencia en su cargo al frente de la Dirección General de Seguridad, José Finat Escrivá de Romani, conde de Mayalde, firmó una circular que el 13 de mayo recibieron todos los gobernadores civiles; donde se les ordena que remitan a la central informes de "los israelitas nacionales y extranjeros afincados en esa provincia (...) indicando su filiación personal y político-social, medios de vida, actividades comerciales, situación actual, grado de peligrosidad, conceptuación policial". El 6 de mayo, el conde de Mayalde fue relevado para asumir a los pocos días el puesto de embajador en Berlín.

El Archivo Judaico tenía como objetivo principal controlar a los judíos sefarditas, cuyo lenguaje y apariencia les permitía confundirse con la sociedad española.

"Las personas objeto de la medida que le encomiendo han de ser principalmente aquellas de origen español designadas con el nombre de sefardíes, puesto que por su adaptación al ambiente y similitud con nuestro temperamento poseen mayores garantías de ocultar su origen y hasta pasar desapercibidas sin posibilidad alguna de coartar el alcance de fáciles manejos perturbadores", dice la circular.

Los oficiales alemanes de la SS estacionados en España vigilaban de cerca a los judíos locales y mostraron su desagrado ante el hecho de que alguno de ellos mantenía vínculos cercanos con oficiales del gobierno franquista.

Según El País, los agentes alemanes trataron de impedir que el escritor judío Samuel Ros publicase sus obras en diarios y publicaciones oficiales.


Sin embargo, la incorporación de España a las potencias del Eje no se produjo por un número de razones complejas. Y al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el dictador español intentó ocultar su cooperación con Adolfo Hitler y destruyó sistemáticamente la mayoría de las listas y los datos sobre la actuación de su gobierno en la persecución antisemita. No obstante, las listas que permanecieron en las dependencias de los gobiernos provinciales, pasaron a los archivos oficiales.