Israel en la trampa
Porque en contra de los que han hecho del odio a Israel una ideología, ni este país es el colmo de la maldad, ni sus enemigos la bondad personificada. Pero ya sabemos que atacar hasta el delirio a Israel sale gratis.
A diferencia de otros, que escriben la condena contra Israel antes de la noticia, otros necesitamos datos. Porque en contra de los que han hecho del odio a Israel una ideología, ni este país es el colmo de la maldad, ni sus enemigos la bondad personificada. Pero ya sabemos que atacar hasta el delirio a Israel sale gratis. Sin embargo, y más allá del ruido antiisraelí, los hechos son duros y necesitan una reflexión serena que, desgraciadamente, aterriza en una conclusión difícil: Israel tiene razones, pero los muertos le quitan la razón. Las razones de Israel son sólidas.
Primero, la naturaleza de la provocación, escudada bajo el término solidaridad, pero cuyo objetivo era crear un grave problema en una zona militar, con un conflicto latente, y donde se han interceptado múltiples traslados de armas para Hamas. Israel planteó que la ayuda se trasladara por tierra a través de Ashdod, ya que Gaza recibe material diariamente por vía terrestre. Por supuesto, se negaron, no en vano no se trataba de ayudar, sino de provocar. Los organizadores pertenecen a la IHH turca (Insani Yardim Vakfi), que los servicios de inteligencia vinculan a la global yihad, con apoyos a los Hermanos Musulmanes y Hamas, y miembro de Union of God, paraguas que agrupa más de 50 organizaciones fundamentalistas. Por supuesto, ello no evita que gentes de buena fe se sumen a lo que creen que es una cuestión humanitaria.
Pero hay que tener mucha fe para no vincular todo este tinglado, económicamente relevante, al hostigamiento islámico contra Israel. Si hubiera duda, una muestra palpable: la familia de Guilad Shalit, el soldado secuestrado en Gaza desde hace 4 años, pidió a la flota que le dieran una carta a su hijo. Los "humanitarios solidarios" se negaron en redondo: los derechos humanos son de vía estrecha. Además, cuando empezó la ofensiva, la resistencia fue dura y hubo varios soldados heridos graves. Finalmente, es chocante que un país amigo como Turquía permita que una flota con su bandera hostigue a un ejército en zona de conflicto, aunque conociendo los viejos discursos antisemitas de Erdogan, nada resulta extraño. ¿O es que imaginábamos que un país gobernado por el islamismo no variaría de postura internacional? Y todo ello ocurre mientras se intentan entrar misiles de largo alcance a través de los túneles de Gaza.
Con todo lo dicho, Israel ha cometido un grave error estratégico, cuyo resultado mortal lo deja en mala situación. Ni debían haber actuado en aguas internacionales, ni ocupar militarmente el barco, ni caer en la trampa que les habían montado. Porque con la acción de Israel, sus enemigos han conseguido todos sus objetivos. Y lo que es peor, ha habido muertes que nunca debían haberse producido. Por eso tiene razones y pierde la razón. Y por eso mismo, Israel tendrá que reflexionar seriamente sobre lo que ha ocurrido.
--------------------------------------------------------------------------------
Pilar Rahola
La Vanguardia. Barcelona.
02/06/2010
Porque en contra de los que han hecho del odio a Israel una ideología, ni este país es el colmo de la maldad, ni sus enemigos la bondad personificada. Pero ya sabemos que atacar hasta el delirio a Israel sale gratis.
A diferencia de otros, que escriben la condena contra Israel antes de la noticia, otros necesitamos datos. Porque en contra de los que han hecho del odio a Israel una ideología, ni este país es el colmo de la maldad, ni sus enemigos la bondad personificada. Pero ya sabemos que atacar hasta el delirio a Israel sale gratis. Sin embargo, y más allá del ruido antiisraelí, los hechos son duros y necesitan una reflexión serena que, desgraciadamente, aterriza en una conclusión difícil: Israel tiene razones, pero los muertos le quitan la razón. Las razones de Israel son sólidas.
Primero, la naturaleza de la provocación, escudada bajo el término solidaridad, pero cuyo objetivo era crear un grave problema en una zona militar, con un conflicto latente, y donde se han interceptado múltiples traslados de armas para Hamas. Israel planteó que la ayuda se trasladara por tierra a través de Ashdod, ya que Gaza recibe material diariamente por vía terrestre. Por supuesto, se negaron, no en vano no se trataba de ayudar, sino de provocar. Los organizadores pertenecen a la IHH turca (Insani Yardim Vakfi), que los servicios de inteligencia vinculan a la global yihad, con apoyos a los Hermanos Musulmanes y Hamas, y miembro de Union of God, paraguas que agrupa más de 50 organizaciones fundamentalistas. Por supuesto, ello no evita que gentes de buena fe se sumen a lo que creen que es una cuestión humanitaria.
Pero hay que tener mucha fe para no vincular todo este tinglado, económicamente relevante, al hostigamiento islámico contra Israel. Si hubiera duda, una muestra palpable: la familia de Guilad Shalit, el soldado secuestrado en Gaza desde hace 4 años, pidió a la flota que le dieran una carta a su hijo. Los "humanitarios solidarios" se negaron en redondo: los derechos humanos son de vía estrecha. Además, cuando empezó la ofensiva, la resistencia fue dura y hubo varios soldados heridos graves. Finalmente, es chocante que un país amigo como Turquía permita que una flota con su bandera hostigue a un ejército en zona de conflicto, aunque conociendo los viejos discursos antisemitas de Erdogan, nada resulta extraño. ¿O es que imaginábamos que un país gobernado por el islamismo no variaría de postura internacional? Y todo ello ocurre mientras se intentan entrar misiles de largo alcance a través de los túneles de Gaza.
Con todo lo dicho, Israel ha cometido un grave error estratégico, cuyo resultado mortal lo deja en mala situación. Ni debían haber actuado en aguas internacionales, ni ocupar militarmente el barco, ni caer en la trampa que les habían montado. Porque con la acción de Israel, sus enemigos han conseguido todos sus objetivos. Y lo que es peor, ha habido muertes que nunca debían haberse producido. Por eso tiene razones y pierde la razón. Y por eso mismo, Israel tendrá que reflexionar seriamente sobre lo que ha ocurrido.
--------------------------------------------------------------------------------
Pilar Rahola
La Vanguardia. Barcelona.
02/06/2010
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada